Nuestra Historia de Amor

Aún recuerdo lo que sentí cuando vi sus ojos la primera vez, esos hermosos ojos que todavía me matan. Hace 15 años, conocí a una mujer maravillosa gracias al Gordo, un amigo en común. Hablamos toda la noche y quedé fascinado. La acompañé hasta el taxi y nos despedimos con un beso, no fue ni en la boca ni en la mejilla, fue en la mitad, en la comisura de la boca. Desde ese día no dudé un segundo en insistirle al gordo de invitarla siempre y cada vez que nos veíamos teníamos conversaciones profundas de la vida, siempre con esa sensación que solo se siente cuando uno es niño, o eso creía en ese momento. Porque hasta el día de hoy sigo sintiendo lo mismo. Sin embargo, nunca establecimos nada formal y el tiempo pasó, cada uno siguió su camino, todavía no era nuestro momento. Fue cuando me fui al otro lado del mundo que las cosas empezaron a suceder. En una de mis visitas a Colombia, nos volvimos a ver y sentimos que cada segundo mientras estuviéramos en el mismo país, lo teníamos que aprovechar. Cuando volví a Arabia, en contra de cualquier probabilidad seguimos con nuestra relación a distancia, esto muy diferente a alejarnos, nos mostró el mejor lado del otro. Un año largo después acá estamos habiendo tomado la mejor decisión de nuestras vidas.